Viajar de mochilero: ficción versus realidad


¿Qué significa viajar de mochilero?

Existen infinidad de definiciones sobre qué significa viajar de mochilero: “aquel que viaja con mochila / de manera independiente / barato” etc. Así que para empezar, me gustaría contarles lo que significa —para mí— viajar con la mochila al hombro.

Viajar de mochilero —o viajar con mochila o mochilear— es un estilo y una forma de vivir el viaje, que va —mucho— más allá del formato de nuestro equipaje. 

Suele ir de la mano de un presupuesto bajo: los que viajamos con mochila sabemos (o aprendemos con el tiempo) que no se necesita demasiado para llenarse de experiencias y que estas en general poco tienen que ver con la cantidad de dinero invertido.

Viajar de mochilero es también viajar de manera independiente, sin tours, ni agencias de viaje, enfrentándonos a todo lo que vaya surgiendo en el camino con los recursos que tengamos a mano. 

Los que viajamos de mochileros solemos involucrarnos mucho con la cultura local, adaptándonos a cada situación, conociendo las vidas y costumbres de los lugareños. Todo esto encaja muy bien con un ritmo de viaje lento

Hecho este intento muy personal de definición sobre viajar de mochilero, pasemos a toda la ficción que se teje a nuestro alrededor, como si fuéramos criaturas mitológicas. Por otro lado, veamos cómo es la realidad de quienes elegimos viajar con la mochila a cuestas.

Nuestras mochilas, en una habitación de Marrakech
Nuestras mochilas, en un riad en Marrakech donde hicimos Couch-suring


Hay destinos más “mochileros” que otros
Ficción

Si viajar de mochilero es viajar de manera independiente, esto significa también buscar los propios rumbos, aquellos que encajen con nuestras búsquedas e intereses. Lo que caracteriza a un mochilero es su forma de vivir el viaje, de mirar aquello que lo rodea, de relacionarse con el entorno. Todo esto es algo interno, personal y se puede trasladar a cualquier lugar del mundo, es sólo una cuestión de actitud.


Viajar liviano es una —muy— buena idea
Realidad

En mi primer viaje de mochilera a Europa cometí todos los errores posibles de una novata, empezando por hacer un viaje maratónico y agotador en el que iba saltando de una ciudad a otra cada 3 o 4 días, impulsada por el afán de querer verlo todo en un mes. Como si esto fuera poco, cargar la mochila era un suplicio (¡al final del viaje llegó a pesar 24 kilos, una locura!). Con el paso de los años, los viajes y mis propios errores, fui aprendiendo cómo armar un equipaje más eficiente y dar prioridad a lo que más importaba: la comodidad de poder moverse liviano no tiene precio. 

Mi mochila y yo
Frente, perfil y espalda: tres facetas de una mochilera en el invierno búlgaro


Un mochilero se hospeda siempre en hostels
Ficción

¿Y si les digo que pueden viajar de mochileros por el mundo con 10 euros al día y dormir en casas de lujo? ¿Suena raro? Les cuento más: desde que vivimos viajando (con Omar) descubrimos nuevas formas de hospedarnos que nos resultaron muchísimo más económicas —y mejores— que los hostels: por ejemplo hacer house-sitting (cuidado de casas y mascotas), voluntariados (intercambio de horas de trabajo por alojamiento y comidas) o couch-surfing (intercambio de hospitalidad en casas de locales). Estas opciones nos parecen excelentes para combinar todo lo que queremos de un viaje: ritmo lento, presupuesto bajo y una fuerte conexión con la vida local. Como ven, el mundo del alojamiento es muy amplio y si de ahorrar se trata, existen muchas opciones amigas del bolsillo y el alma mochilera.

House-sitting en España, voluntariado en Marruecos y Couch-surfing en Italia, nuestras tres opciones favoritas de alojamiento

Si quieren leer más sobre todas las opciones que usamos para hospedarnos y al mismo tiempo ahorrar en el alojamiento, les dejo el siguiente posteo con muchísima información útil:


Viajar de mochilero es una excelente oportunidad para desprendernos de lo material
Realidad

¿Cuántas veces se fueron de viaje y volvieron diciendo “usé la mitad de todo lo que me llevé”? Yo, un montón. Pero cuando viajamos con la mochila al hombro no hay lugar para este tipo de errores, porque el precio lo pagará nuestra espalda junto con una menor capacidad de movimiento y no vale la pena. Viajar de mochilero también significa hacer un viaje más austero, es una excelente oportunidad para practicar el minimalismo y ver qué poco necesitamos para viajar (¡y para vivir!)


Un mochilero sólo puede / debe viajar a países baratos
Ficción

Vamos al caso de Europa. ¿Me creen que en Macedonia del Norte (Europa Oriental) gastamos el doble del presupuesto diario que en Italia (Europa Occidental)? ¿Cómo es esto posible si “Italia es caro y Macedonia del Norte es barato”? Simple: en Italia, no pagamos alojamiento, nos hospedamos haciendo voluntariados, house-sitting y couch-surfing. Vivimos con y como locales, cocinamos nuestra comida e incluso tuvimos la comida incluida en algunos casos. En Macedonia del Norte, en cambio, no conseguimos hospedarnos a través de ningún intercambio, tuvimos que pagar alojamiento e hicimos una vida totalmente diferente. ¿El resultado? Concluir que no hay destinos caros o baratos sino que esto depende del tipo de vida y de viaje que hagamos en cada uno.


Estando de viaje, la ropa también se lava
Realidad

No importa si estamos viajando por una semana o un año, vamos a tener que usar la misma ropa una y otra vez. Esta es una obviedad que a la hora de armar la mochila puede pasar de largo y podemos terminar con mil pares de medias a cuestas. Mejor llevar tres o cuatro y ¡lavarlos!

Mi primer viaje de mochilera por Europa
Mi mochila y yo en Amsterdam, en mi primer viaje de mochilera por Europa


Para ser mochilero hay que vender artesanías en la playa y andar siempre en ojotas
Ficción

Creo que este es el avatar del mochilero por excelencia: playa, verano eterno y pulseritas de macramé. Y no digo que esté mal ni mucho menos, pero es sólo una de las miles de opciones que existen, en caso de que necesitemos / queramos generar ingresos en ruta para seguir viajando. Podemos viajar de mochileros y ser bloggers, trabajadores de temporada, nómadas digitales, vender comida, trabajar con una visa de vacaciones y trabajo, vender postales y la lista sigue con todo lo que se les ocurra.


Comprar ropa en el camino puede ser muy barato
Realidad

Este punto me trajo recuerdos de mi viaje por el Sudeste Asiático y de lo pésimo que estaba armado mi equipaje. El primer y más grave error: llevé valija y no mochila. Para colmo, la valija era enorme y estaba repleta ¡de toda mi mejor ropa! Apenas puse un pie en Bangkok y ví cómo estaban vestidos todos los viajeros que me cruzaba lo entendí: había hecho todo mal. Usaban ropa comprada en mercados locales, que se adaptaba a los códigos de vestimenta del lugar y al clima de 40º C que hacía: suele ser ropa suelta y muy fresca, mientras que en mi equipaje sólo había calzas y mini shorts. En resumen: me terminé comprando un pantalón suelto y fresco, de los que vendían en cualquier puesto callejero por tres dólares, que se convirtió inmediatamente en mi segunda piel. 

Y quizás estén pensando “pero eso sólo se puede hacer en el Sudeste Asiático porque todo es muy barato”, ¡pero no! Europa también es un gran destino para viajar livianos e ir comprando lo que necesiten ahí. “¿Europa? ¿Pero Europa no es caro?” Si hablamos de ropa nueva puede que si, pero acá entra en juego un nuevo personaje que me encanta: la ropa usada. Comprar ropa de segunda mano es muy común en Europa, suele estar en muy buen estado y se puede conseguir desde 1 euro en adelante. Sí, leyeron bien, 1 euro por jeans, suéters, abrigos o lo que se imaginen. Así que ¿para qué ir cargando peso si podemos comprar por el camino lo que vayamos necesitando a precios ridículamente bajos? 

Tienda de segunda mano en Sofía, Bulgaria
Sofía (Bulgaria) uno de los lugares con las mejores tiendas de segunda mano que ví en Europa


Si tenés más de 30 años (o 40, o 50 o los que sean) no podés viajar de mochilero
Ficción

No existe una edad correcta para viajar o no de mochilero. Como dijimos más arriba el hecho de mochilear tiene que ver con una actitud, un estilo de llevar el viaje y para eso no hay límite posible.


Un viaje lento es un viaje más económico
Realidad

Y con viajar lento no me refiero a viajar durante muchos meses (o años) necesariamente, sino a la velocidad de movimiento que llevemos dentro del viaje, cualquiera sea su duración. Cuánto más nos movamos dentro de un período de tiempo, más vamos a gastar, mucho más que si estuviéramos ese mismo tiempo moviéndonos menos. Además, un estilo de viaje lento será un gran aliado para involucrarnos a fondo con la cultura de cada lugar, lo que probablemente nos dejará al final del viaje una muy rica colección de experiencias y no sólo un conjunto de puntos en el mapa de “lugares visitados”.


Reflexiones finales

Este posteo no pretende demostrar que viajar de mochilero es mejor que hacer otro tipo de viaje. En cambio, pretende arrojar un poco de claridad —basada en mí experiencia— sobre cómo es viajar para quienes elegimos la mochila como compañera de aventuras.

Si están pensando en hacer un viaje de mochileros, aprovéchenlo como una oportunidad para vivir el mundo de una manera diferente. No existen “reglas del buen mochilero” sino apenas meros consejos, así que dejen que el propio viaje los lleve a descubrir su camino y sus verdades.


PostData

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